ING dejará de ser el banco libre de comisiones. Después de que grandes del sector como CaixaBank, Santander o BBVA anunciaran penalizaciones para las cuentas menos activas, con el fin de salvar sus márgenes de beneficios, la entidad en línea neerlandesa ha avisado a sus clientes de que a partir del próximo 1 de abril empezará a cobrarles 10 euros al mes por la Cuenta Naranja si no reúnen una serie de requisitos.

Debido a la prolongación de la política actual tipos cero desde el Banco Central Europeo (BCE), los afectados por las nuevas condiciones —apenas un 4% de los más de 4 millones de clientes de ING en España— tampoco se beneficiarán de la rentabilidad del 0,01% TAE. Se librarán quienes se encuentren en alguna de estas situaciones:

• Tener domiciliada la nómina.
• Tener domiciliada la pensión.
• Tener domiciliada la prestación por desempleo.
• Recibir ingresos de al menos 700 euros al mes de otro banco.

Además, quedarán exentos quienes tengan saldos en la cuenta de ahorro inferiores a 30.000 euros, si bien no percibirán el 0,01% TAE. Según trasladó un portavoz de la compañía, la idea es que la Cuenta Naranja pase a ser un beneficio más de la Cuenta Nómina y no ya un producto que se pueda contratar de forma separada, teniendo en cuenta el actual contexto de tipos de interés y la búsqueda de una mayor rentabilidad.

En resumen, hay dos opciones para no pagar comisiones, de acuerdo con el comparador de productos bancarios Help My Cash. Si se tienen más de 30.000 euros en la Cuenta Naranja, bastaría con trasladar los ingresos a la Cuenta Nómina. Si se tiene menos de 30.000 euros, habría que mantener siempre un saldo inferior a esa cifra. De esta forma se eliminará la rentabilidad, pero, al menos, no habrá suplementos. «Ahora mismo, la Cuenta Naranja está ofreciéndote un 0,01% TAE por tus ahorros, es decir, prácticamente nada», explican desde Help My Cash.

Si no estás conforme, cambia de banco

Asociaciones de consumidores como Facua o la OCU han denunciado con insistencia la paulatina subida de comisiones en las principales entidades bancarias. Es una práctica totalmente legal, ya que estos productos no están soportados por un contrato con una duración definida y, por lo tanto, se pueden cambiar unilateralmente siempre y cuando se avise con dos meses de antelación. Por su parte, el cliente tiene el derecho a rescindir el contrato y cambiar de banco si no está conforme. Para ello, deberá seguir los siguientes pasos:

  1.- Abrir una nueva cuenta en otra entidad. Una vez hecho, los usuarios pueden pedir un formulario de solicitud de traslado de cuenta de pago, que todas las entidades deben tener a disposición de sus clientes.

2.- El nuevo banco se ocupará de realizar todos los trámites para cambiar las órdenes de pago y para recibir los ingresos en la nueva cuenta.

3.- El antiguo banco deberá cancelar las órdenes permanentes que tuviera, transferir los saldos y proceder a la cancelación. Si aún quedan obligaciones pendientes, como el recibo mensual de la tarjeta de crédito, la cuenta permanecerá abierta hasta que culminen todos los pagos.